Marca: DIETETICA PLUS
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La historia de la vitamina C se remonta a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. En 1747, el médico británico James Lind realizó un estudio en marineros que padecían escorbuto, una enfermedad causada por la deficiencia de vitamina C. Lind descubrió que los marineros que consumían jugo de limón experimentaban una rápida mejoría en sus síntomas.Sin embargo, fue recién en el siglo XX cuando se aisló y se identificó la vitamina C como la sustancia responsable de prevenir y tratar el escorbuto. En 1928, el científico húngaro Albert Szent-Györgyi aisló una sustancia llamada ácido hexurónico en las glándulas suprarrenales de animales. En 1932, el químico y bioquímico británico Sir Walter Norman Haworth determinó la estructura química del ácido hexurónico y le dio el nombre de ácido ascórbico.La vitamina C comenzó a ser producida comercialmente en la década de 1930, y su importancia en la prevención y el tratamiento del escorbuto se reconoció ampliamente. Durante la Segunda Guerra Mundial, se utilizó ampliamente en la dieta de los soldados para prevenir el escorbuto.A lo largo de los años, se han realizado numerosos estudios sobre los efectos y las propiedades de la vitamina C en el organismo. Se ha descubierto que es esencial para el funcionamiento adecuado de muchas enzimas y procesos metabólicos, y desempeña un papel crucial en el sistema inmunológico y la salud de los tejidos conectivos.Hoy en día, la vitamina C es reconocida como una vitamina esencial para la salud y el bienestar general. Se encuentra en una variedad de alimentos, especialmente frutas y verduras frescas, y también está disponible en forma de suplementos dietéticos. La vitamina C se ha convertido en uno de los suplementos más populares y ampliamente utilizados en todo el mundo, gracias a sus numerosos beneficios para la salud y su papel en la prevención de enfermedades.
La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es una vitamina esencial que desempeña numerosas funciones importantes en el organismo. Es conocida por su poder antioxidante y su papel en el sistema inmunológico, pero también tiene otros beneficios para la salud.
La vitamina C participa en la síntesis del colágeno, una proteína clave en la estructura de la piel, los huesos, los tendones y los vasos sanguíneos. Contribuye a la cicatrización de heridas, la reparación de tejidos y la formación de glóbulos rojos. Además, ayuda en la absorción de hierro de origen vegetal, lo que es especialmente importante para las personas que siguen una dieta vegetariana o vegana.
La vitamina C también es conocida por su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico, ayudando a prevenir y combatir infecciones. Actúa como un antioxidante, protegiendo las células del daño causado por los radicales libres, que se generan durante procesos normales del metabolismo y en respuesta al estrés, la contaminación y otros factores externos.
Además, se cree que la vitamina C puede tener efectos beneficiosos para la salud cardiovascular, ya que contribuye a la salud de los vasos sanguíneos y puede ayudar a reducir la presión arterial. También se ha estudiado su papel en la prevención de enfermedades crónicas, como enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer.
La vitamina C se encuentra en una variedad de alimentos, especialmente en frutas cítricas (como naranjas, limones y pomelos), fresas, kiwis, pimientos, brócoli y espinacas. Sin embargo, en algunos casos, puede ser necesario complementar la dieta con suplementos de vitamina C, especialmente en personas con deficiencias o en situaciones en las que se requiera un mayor aporte, como durante el embarazo, la lactancia o en casos de enfermedades crónicas.
En resumen, la vitamina C es esencial para el funcionamiento adecuado del organismo y tiene múltiples beneficios para la salud, incluyendo la promoción de una piel sana, la mejora del sistema inmunológico y la protección contra el daño oxidativo. Es importante mantener una ingesta adecuada de vitamina C a través de una dieta equilibrada y, en algunos casos, complementarla con suplementos bajo supervisión médica.
El escaramujo es el fruto de la rosa silvestre, una planta de la familia Rosaceae. Es conocido científicamente como Rosa canina. El escaramujo es una baya de color rojo o naranja brillante y tiene una forma ovalada o redondeada. En su interior, contiene numerosas semillas rodeadas de una pulpa suave y jugosa.
El escaramujo es valorado por sus propiedades nutricionales y medicinales. Es una excelente fuente de vitamina C, conteniendo hasta 50 veces más vitamina C que las naranjas. También es rico en antioxidantes, como los flavonoides y los carotenoides, que ayudan a proteger el cuerpo contra el daño de los radicales libres.
El escaramujo se utiliza con diversos propósitos medicinales. Se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, y fortalecedoras del sistema inmunológico. Se utiliza tradicionalmente para tratar resfriados, gripes y otras enfermedades respiratorias debido a su contenido de vitamina C. También se ha utilizado como remedio natural para mejorar la salud de la piel, aliviar la artritis y mejorar la salud del sistema digestivo.
El escaramujo se consume principalmente en forma de té, extracto líquido o en polvo. También se encuentra como ingrediente en diversos productos naturales, como suplementos dietéticos y productos cosméticos. Es importante tener en cuenta que, al igual que con cualquier producto natural, se recomienda consultar a un profesional de la salud antes de utilizar el escaramujo con fines medicinales.
La acerola es una fruta tropical originaria de América Central y del Sur. También se conoce como cereza de Barbados o cereza de las Antillas. Científicamente se denomina Malpighia emarginata. La acerola es pequeña y de color rojo brillante, y tiene un sabor ácido y dulce.
La acerola es conocida por ser una de las frutas con mayor contenido de vitamina C. De hecho, contiene una concentración mucho mayor de vitamina C que las naranjas o los limones. Además de la vitamina C, la acerola también contiene otros nutrientes beneficiosos, como vitamina A, vitamina B, calcio, hierro y antioxidantes.
La acerola se utiliza con diversos propósitos medicinales y nutricionales. Principalmente se utiliza como una fuente natural de vitamina C para fortalecer el sistema inmunológico y proteger contra enfermedades. La vitamina C es esencial para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, así como para la formación de colágeno, la absorción de hierro y la protección contra los radicales libres.
Además de sus beneficios para el sistema inmunológico, la acerola se ha utilizado en la medicina tradicional para tratar el resfriado común, mejorar la salud de la piel, promover la salud ocular y estimular la salud cardiovascular. También se utiliza en productos cosméticos y suplementos dietéticos debido a su contenido de nutrientes y antioxidantes.
La acerola se puede consumir fresca, aunque su sabor ácido puede ser demasiado fuerte para algunos. También está disponible en forma de jugo, polvo y suplementos. Es importante recordar que, como con cualquier suplemento o producto natural, es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de comenzar a utilizar la acerola con fines medicinales.
Ingredientes:
Por dosis diaria (1 cápsula): Vitamina C (ácido ascórbico) 1.000 mg, Escaramujo E.S (3:1, 3% de Vit. C) 25 mg, Acerola E.S (2:1, 50% de Vit. C) 25 mg y antiaglomerante (mezcla de extracto de arroz orgánico). Cápsula vegetal (hipromelosa).
Modo de empleo:
Tomar 1 cápsula al día con la comida.