Los minerales son unas sustancias inorgánicas que son totalmente necesarias para la salud, desde metabolismos complicados hasta procesos de regulación y mantenimiento. Si bien es cierto que juegan un importante papel en la estructura de nuestro organismo, (huesos, piel, vasos sanguíneos…), también son necesarios como cofactores, en estructuras de ciertas enzimas y otras funciones súper importantes.
Los minerales se dividen en dos grupos: los macrominerales y los microminerales u oligoelementos.
Los macrominerales son aquellos minerales que el organismo requiere en cantidades diarias superiores a 100mg y son el calcio, el fósforo, el potasio, el azufre, el cloro, el sodio y el magnesio. Presentes en el organismo en cantidades mayores a 5 gramos.
Los microminerales u oligoelementos son aquellos minerales que el organismo requiere en cantidades diarias menores de 100mg, (hay algunos de los que tan solo se requieren algunos micro-gramos (mcg)), y son el hierro, el zinc, el selenio, el manganeso, el cobre, el yodo, el molibdeno, el cobalto, el cromo y el flúor. Presentes en el organismo en cantidades menores a 5 gramos.
Tenemos que recordar que los minerales son nutrientes hidrosolubles y esenciales. Esto quiere decir que si llegamos a tener un exceso los excretaremos y que no los sintetizamos, así que habrá que ingerirlos con la dieta.
Los minerales son sustancias que soportan su estructura molecular frente a diversos cambios, no como las vitaminas, que sufren mucho con cambios de temperatura. Aun así, hay que valorar la biodisponibilidad de cada mineral, ya que su estructura puede determinar de manera muy compleja su biodisponibilidad y vamos a mirarlo con más calma, ya que es muy importante.
Recordemos el vídeo sobre el magnesio, las diferentes formas químicas y estructuras y sus tan diferentes funciones sobre el organismo para hacernos una idea de lo que supone tener en cuenta la biodisponibilidad.
También queremos explicaros las funciones principales de cada mineral, para que nos hagamos una idea de los síntomas que se pueden presentar después de sufrir los efectos de su deficiencia o exceso. Antes os dijimos que los minerales son hidrosolubles y que los excesos los excretamos, pero si la ingesta es continua, nos podemos encontrar en la situación de que no le demos margen al organismo para eliminarlo y presentar síntomas de exceso en el organismo.
Todos os minerales están unidos a nivel molecular con otras sustancias. A estas uniones se les llama quelación, se trata de minerales quelados. Las cargas de los quelados pueden ser positivas, negativas o neutras. Cuando los minerales quelados llegan al intestino deben tener una carga neutra para facilitar la absorción, sino serán repelidos por la carga magnética negativa del intestino, dificultando su absorción. Esto se puede solucionar uniendo un ion para que forme una carga neutra. Además, deben soportar los jugos gástricos, biliares, enzimáticos… El viaje de un mineral al interior de la célula es una pequeña odisea y, aun así, lo consiguen la mayoría de veces.
Existen formas de minerales orgánicas, inorgánicas y aminoqueladas. Todos los minerales son quelados, es decir, están unidos a algo.
Los quelados orgánicos suelen tener una mejor biodisponibilidad, es decir, se absorben mejor y consiguen una ratio de uso celular mucho más alto. Algunas de las formas orgánicas son el gluconato, el citrato, el orotato, el picolinato y el lactato. Se les considera orgánicos porque tiene átomos de carbono. La absorción en los quelados orgánicos puede llegar hasta un 70%.
Los quelados inorgánicos tienen una biodisponibilidad más baja. Entre ellos tenemos los sulfatos, los óxidos, los carbonatos y los fosfatos. Si bien es cierto que son más baratos que sus homónimos orgánicos, su absorción es mucho menor, entre un 1 y un 25 %. Además, al no absorberse tanto, el organismo puede sufrir de efectos secundarios con los restos que se deben eliminar.
Por último, los aminoquelados son aquellos compuestos en que la quelación se da con un aminoácido. Son los que tienen una tasa de absorción más elevada, entre un 60 y un 80% y muy baja toxicidad, ya que se tiene a unir el mineral a un aminoácido con muy bajo peso molecular y así se mejora su absorción. Además, en el proceso de aminoquelación, cuando se separa el mineral de su ligando, si se hace bien, no resulta ningún residuo. Lo más importante en el caso de los minerales aminoquelados es que el proceso se haga correctamente, en caso contrario el nivel de biodisponibilidad puede bajar drásticamente.
En el caso de los aminoquelados debemos asegurarnos bien, ya que existen laboratorios que hacen proteinatos, que son minerales cogidos a una proteína, nada que ver con los aminoquelados.
Ahora vamos con lo que son los minerales en sí. Uno a uno repasaremos lo más importante de cada uno de ellos.
Azufre (S):
Cobre (Cu):
Cromo (Cr):
Fósforo (P):
Hierro (Fe):
Manganeso (Mn):
Potasio (K):
Silicio (Si):
Yodo (I):
Zinc (Zn):
¡Un abrazo y nos vemos en nuestro canal!
Pau Elias Mondelo
Naturópata y Coach en Nutrición Ortomolecular
Colegiado Nº 3248 ONC Fenaco
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