Uno de los grandes problemas con los que se enfrenta una dietética o un herbolario en su día a día es el tema del control de peso. Subir de peso, bajar de peso, mantenerse, volver a bajar… La problemática relacionada con el peso, quitando lo estético, que es quizás lo que más buscan las personas, compromete nuestra salud sobremanera.
No se trata sólo del aumento de peso, que quiere decir “tejido adiposo” o lo que es lo mismo “grasa en exceso”, es que si se padece de grasa en exceso quiere decir que existe grasa visceral. La grasa visceral es una grasa que recubre a los órganos, sometiéndolos a presión, a oxidación y a cadenas de radicales libres que dañan los tejidos de ese órgano.
El control de peso no sólo está bien, está genial. Cuando decides tomar parte en lo que a tu físico se refiere, estás dando un paso hacia adelante en tu salud. Es igual lo que quieras conseguir, subir, bajar o mantenerte. Por otro lado, la mayoría de las personas buscan bajar de peso, así que centraremos éste artículo en esa parte y haremos algún comentario para los otros dos.
Perder peso presupone que has ganado peso, sino no lo querrías bajar. Pero, ¿qué has hecho para ganar ese peso? ¿Te habías parado a pensar en ello? Lo digo porque es tan o más importante ser consciente del origen del problema que buscar una solución. Y, ¿sabes por qué? Porque de otro modo, si consigues bajar de peso, sin ser consciente de que provocó el problema, volverás a subir de peso. ¿Te suena eso del yo-yo? Bien, esa es la idea.
Vivimos en una sociedad que como herencia de sus abuelos y a través de sus padres, han recibido el input de que podemos pasar hambre. Eso es porque quizás, nuestros abuelos, durante la guerra, pasaron hambre. Así que hicieron lo imposible por que sus hijos no pasen por esa penuria. Y ellos, tope de majos, nos lo han transmitido a nosotros. Pero, ¿sabes una cosa? Estamos sobrealimentados.
Estamos sobrealimentados. Que no es lo mismo que bien nutridos. ¿Ves la importancia de este concepto? Es imperativo que lo entiendas. Comemos mucho y estamos mal nutridos. ¿Qué está pasando aquí? La cantidad de comida que ingerimos es exagerada y nos encontramos con la población más gorda de la historia de la tierra. Y si ser gord@ fuera todo, pues vale. Allá cada uno con lo suyo. Pero ser gord@ o tener exceso de grasa compromete tu salud. Y si vives sólo, sin familia y sin nadie pues bueno, allá tú con tu mecanismo. Pero cuando hay gente a tu alrededor, cuando tienes familia, pareja o lo que sea, ellos también sufren por tu irresponsabilidad con la dieta. Porque no te engañes, dieta es todo, lo hagas bien o mal.
La dieta es incorrecta en la mayoría de los casos. No tenemos una educación nutricional y nos quedamos con dogmas y frases que no sabemos ni qué quieren decir. ¿Quieres alguna joya?
Y chorradas múltiples parecidas. La verdad es que con la nutrición pasa lo mismo que con casi cada tema: Todos tenemos una opinión al respecto. A mí me enseñaron que si no sabía de algo mejor tener la boca cerrada. Bueno. No te voy dar una clase de nutrición ni un artículo que pretenda sustituir lo que la nutrición esconde. Pero sí voy a intentar que entiendas que existen profesionales que se dedican a ello, como a cualquier otro oficio.
Lo más importante si decides ir a un nutricionista o a un dietistaes que entiendas que vas a pagar por sus conocimientos, no por adelgazar. Adelgazar y perder peso es algo que tienes que hacer tú, con los consejos que te dé el nutricionista. Tomándote los suplementos que te ha recomendado. Haciendo la actividad física adecuada. Pero estás muy equivocad@ si crees que entras en la consulta de un nutricionista y vas a salir delgad@. Entras con los mismos quilos con los que vas a salir, pero con algo más de conocimientos prácticos que te pueden servir para cambiar la dinámica de tu dieta.
Perder peso es difícil porque tienes que empezar por cambiar ciertos hábitos, ciertas costumbres y, lo que es más difícil, tienes que quitarte ciertas adicciones. Sino, ya puedes abandonar antes de empezar, porque no lo vas a conseguir. Esta es la parte de la que nadie te habla. Es la parte desagradable. Eres un yonqui del azúcar, de los carbohidratos y, muchas veces, de ciertos opiáceos contenidos en el gluten. Son esas cosas las que vas a tener que quitarte, pero no te equivoques, tu cerebro te lo va a poner difícil.
Así que así estamos. Queremos adelgazar, queremos perder peso, pero se pasa muy mal. Sí, eso es. Has dado en el clavo. Por eso te digo: si estás dispuest@ a cambiar tu vida, si estas dispuest@ a vencer a tus malos hábitos y pasar por el mono de dejar de comer azúcar, si estás dispuesto a sufrir malestar, malestar de hacer trabajar a tu corazón, a tu musculatura atrofiada, dispuest@ a usar parte de tu tiempo en la cocina y en la compra, entonces y sólo entonces, puede ser que adelgaces. De otro modo te aconsejo que ni te lo plantees, porque la batalla la habrás perdido antes de empezar.
Sígueme que te lo explico, eso sí, no va a ser un paseo agradable de cuesta abajo por un bonito prado lleno de flores, va a ser un puto viaje al infierno del malestar. Va a ser sufrimiento y sacrificio hasta que consigas los resultados que deseas. Y eres capaz, créeme.
Para perder peso debemos tener en cuenta algunas cosas muy de sentido común:
Y podría continuar hasta el fin de los tiempos:
El camino fácil lo ves cada día a tu alrededor. Quizás tú mism@ seas de esas personas que no quieren dar más de sí. Que se conforman con lo que tienen. Entonces tú eres de esas personas que no van a conseguir adelgazar ni de broma. ¿Por qué te sacrificas tanto en el trabajo o en cualquier otra cosa y no le das importancia a lo que estás metiendo en tu cuerpo?
Te voy a decir porqué. Tenemos cinco sentidos y esos cinco sentidos son los que nos mantienen atados a la realidad que vivimos. La nutrición hoy en día se basa en el paladar. Me gusta o no me gusta. Así de simple lo hacemos. Patético. Parece que vivamos en la época de Cromañón. Si me gusta me lo como y si no me gusta pues ni lo toco. Así que las industrias agroalimentarias lo tienen muy claro. Se lo pones muy fácil. Sólo tienen que añadir azúcar por un tubo a todo y ya. Como el azúcar te va a provocar un pico glucémico, que te va a hacer sentir eufórico y tu cerebro lo va a recibir así, ten encontrarás rápidamente siendo un yonqui del azúcar. Si amig@. Eso es lo que hay. Una droga encubierta.
Buah, es que no acabaría porque literalmente TODO lleva azúcarporque las Industrias Agroalimentarias lo saben y quieren vendértelo. ¿Sabes de quién son muy colegas las Industrias Agroalimentarias? Sí, de las Industrias Farmacéuticas. La porquería de alimentación de hoy en día lleva a la enfermedad. En serio, hasta los perros cogen cáncer… ¿desde cuándo?
Prefabricados, desnaturalizados, ingredientes sintéticos, nutrientes sintéticos, precocinados, con azúcares añadidos, con edulcorantes sintéticos, con aditivos químicos, con harinas simples y de alto índice glucémico, transgénicos, ultra-procesados, con antibióticos, con hormonas, con de todo… Para que quede claro, nos venden mierda y tenemos que pagar por ella. Con ese tipo de alimentación y ningún tipo de educación al respecto, ¿cómo no vamos a enfermar? ¿Cómo pretendemos ir bien al baño? ¿Cómo esperamos que nuestro organismo responda?
El ejemplo que te ponía del perro es porque nunca tuvieron cáncer los perros. Es a partir del tipo de alimentación que les damos que enferman. Con piensos sintéticos, hechos de todas las sobras que los humanos no consumimos. Desnaturalizados. Eso no es comida ni es nada. Y lo mismo nos podemos aplicar a nosotros.
En realidad es poca la gente que consume ecológico y orgánico. Y para todos aquellos que dicen que en realidad nada es ecológico del todo, os doy la razón. Las aguas subterráneas y el aire no lo podemos controlar y están cargados de porquería y tóxicos. Pero si es que además les añadimos sulfatos, fosfatos, herbicidas, pesticidas, los modificamos genéticamente… Dime tú, ¿quién tiene más números de caer enfermo?
Al igual que el control de peso requiere de una concienciación y de una responsabilidad para con un@ mism@, la alimentación también lo requiere. Tú decides qué prioridad le das a lo que comes: alta, media o baja.
Alta:Compras alimentos ecológicos, frescos, de temporada y de kilómetro 0. Además te suplementas. Limpias tu organismo.
Media:No te suplementas. Compras en el mercado alimentos frescos. El resto es de supermercado convencional. Toma fármacos.
Baja:Comes y bebes porquería. Auténtica basura que llena las peores estanterías del supermercado. Evidentemente no te suplementas. En cuanto tienes alguna enfermedad haces lo que te dice el médico sin rechistar, tomando fármacos.
Bueno, pues los problemas de salud que puedas tener suelen estar en comparación con esa prioridad. Por supuesto encontramos gente que nos dice que come superbién, que le da una prioridad alta o altísima a su alimentación y nutrición y que tienen enfermedades que no se corresponderían con ello. Tenemos que saber que las enfermedades no aparecen de un día para otro. Se van cubando a lo largo del tiempo. Y es harto posible que esa enfermedad ya estuviera de camino cuando se tomó consciencia de la nutrición.
En fin, hay respuestas para todo, sea desde un punto de vista o de otro. Y yo no te voy a decir nada sobre el control de peso. Te digo lo que no mola oír.
¡Un abrazo y nos vemos en nuestro canal!
Pau Elias Mondelo
Naturópata y Coach en Nutrición Ortomolecular
Colegiado Nº 3248 ONC Fenaco
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